Casos muy puntuales empañan la realidad de la difusión deportiva en nuestro país. En la memoria de muchos está aquel bochornoso acto que se produjo en “Pueblo Nuevo” hace casi diez años, cuando algunos hinchas del Deportivo Táchira quemaron el autobús del Caracas FC, en un acto que desencadenó una violencia desmedida, al punto que los compañeros del canal que trabajaron en la transmisión de ese encuentro tuvieron que retirarse en un transporte de CANTV, utilizando bragas de dicha compañía para pasar desapercibidos. Más fresca está en la memoria aquel famoso golpe que le propinó Gilberto Angelucci a un fanático de la barra de los Rojos del Ávila en Cocodrilos Sport Park, al término del encuentro entre el Caracas FC y el Unión Atlético Maracaibo. Peor aún han sido los ataques verbales para quien escribe y sus compañeros, en cada una de las ciudades donde nos disponemos a realizar nuestras labores.
El ataque más reciente se produjo la noche del jueves 9 de julio. Se disputaba el tercer encuentro de la gran final de la LPB entre Marinos y Cocodrilos, en uno de los cosos más vibrantes y enérgicos de nuestro baloncesto: “La Caldera del Diablo”. Segundos antes de producirse el salto entre dos, nuestros compañeros Fermín Pérez Jr., Manuel Rodríguez y Germán Augusto Cartaya, sintieron como un grupo -desconozco si fue numeroso o mínimo – los abucheó e insultó hasta más no poder. Más bochornosa fue la actitud de todo el público asistente, quienes se dedicaron a gritar incesantemente: “¡Fuera Meridiano, fuera Meridiano!”.
Aparentemente, para la gente del interior del país, los medios de comunicación estamos volcados hacia los equipos de la capital, llámense Caracas FC o Yamaha Caracas, Deportivo Italia, Italchacao o simplemente Chacao, Leones del Caracas o Cervecería Caracas, Cocodrilos de Caracas, Panteras de Miranda, y pare usted de contar. Gravísimo error.
Hace algunos días, gracias a la magia del Twitter y su relación directa con la actualización de los estados del Facebook, se generó un interesante debate en referencia a mis inclinaciones deportivas. Empleado del Real Esppor Club, y ante todo fanático del fútbol y del deporte en general, el fanatismo en mí no se puede arraigar hacia algún equipo en particular. Somos profesionales en este medio que debe ser meramente objetivo y cualquier empatía por alguna organización en particular, se prestaría a confusiones y se perdería, al menos para los ojos del mundo, esa objetividad que debe ser característica de un periodista.
Insistentemente, aprovechando que "mi" equipo - para el que trabajo - está en la categoría de oro de nuestro balompié, les he pedido a mis jefes en el canal que si se prestara una oportunidad para narrar un juego del Esppor, yo NO sería el indicado para la narración. Soy Jefe de Prensa de esa institución y no sería ético ni profesional que prestara mi imagen al público para relatar las incidencias de dicho cotejo.
Las discusiones con fanáticos no deben existir, son una completa y absurda pérdida de tiempo. Carecen de objetividad, en el argot popular siempre echarán pa´ su lado, se calentarán cuando uno emita cualquier juicio en contra de su equipo. Lo mejor es seguirles la corriente y no enfrascarse en discusiones que no tendrán fin.
Ahora bien, para la gente del interior del país. ¿Qué sucedería si de pronto Meridiano TV desaparece de la televisión venezolana? No hablemos de Meridiano TV en particular, hablemos de SportPlus y DirecTv; ¿qué pasaría si las únicas ventanas deportivas de Venezuela desaparecieran? Se aceptan sugerencias. ¿Ustedes realmente creen que Fox Sports o ESPN transmitirán un Caracas – Táchira, Guaros – Cocodrilos o un Tigres – Magallanes? Saque usted sus propias conclusiones.
Hay que ser “pecho frío” y sacarse ese chip de la cabeza de que nosotros tenemos fanatismo por los clubes de la capital. Lo que sí existe es una afinidiad por determinadas razones. Puedo hablar de varios colegas que tienen afinidades por clubes del interior, bien sea por que son oriundos de esas tierras, en algún momento trabajaron con dicha institución o simplemente porque se sienten identificados con su organización e ideologías. Nosotros somos profesionales, no fanáticos. Eso que quede bien claro.
Piensen antes de hablar y de actuar, porque si de algo estoy seguro es que si dejase de existir Meridiano TV, el deporte en Venezuela sufriría una pérdida muy dolorosa. Más que el deporte, todos perderíamos nuestra ventana deportiva.