15 mar 2010

Seguimos sin cultura, seguimos sin show...

Hace algunos meses escribí una columna llamada “Sin cultura no hay show”, haciendo referencia a las vivencias organizacionales de la llegada de Iker Casillas a Venezuela. Ese inolvidable 17 de julio que estuvo marcado por la presencia del guardameta del Real Madrid en el Estadio Nacional Brígido Iriarte, recordando su épico asalto a la cancha en un helicóptero. Una jornada en donde la locura estuvo a la orden del día.




Desde aquel entonces las cosas no han cambiado mucho. La locura sigue a la orden del día y eso quedó demostrado el pasado miércoles en el Olímpico de la UCV con el Caracas–Flamengo. Insisto que seguimos sin cultura y, por ende, seguimos sin show. Desde la adquisición de las entradas hasta el momento de abandonar el estadio tras el fatídico 1-3, en todos los puntos hubo fallas. Como lo cité en la columna de la semana pasada, la gente siempre culpa al entorno sin sentarse a analizar en que falla. Empecemos.

Con casi siete días de antelación se pusieron a la venta las entradas, no sólo para ese compromiso sino para los tres del “Rojo” como local en esta edición de la Copa. Seis puntos fueron habilitados (recuerden que siguen habilitados para los dos choques restantes); las Tiendas Pro Player del Sambil, El Recreo, CCCT y el Tolón, además del Restaurante El León y la tienda del club, ubicada en Cocodrilos Sports Park, sede deportiva de la Organización Cocodrilos. Seis puntos ubicados en distintas zonas de Caracas.

Ya con las entradas debidamente distribuidas me pregunto: ¿Por qué todo el mundo deja las cosas para última hora? Algunos no compraron sus entradas con tiempo y pretendían hacerlo el mismo día del evento. Los más osados acudían a los revendedores que te ofrecían boletos para gradas en Bs. 80. Con entrada falsa en mano escuché a uno decir: “¡Esta entrada la compré en Pro Player del Sambil! ¿Cómo va a ser falsa? ¡Yo quiero entrar al partido!” Evidentemente, tal entrada se la compró a un revendedor y su reclamo injustificado generó un retraso en la puerta. ¿Será que la directiva del Caracas tiene la culpa de que este ciudadano no haya adquirido su entrada con tiempo y haya tenido que acudir a un revendedor que lo estafo? Todo es una cadena, porque su falla desembocó en una falla “organizacional”: el retraso en la puerta. Si este señor hubiera adquirido su entrada por la vía legal no se hubiera presentado este retraso que afectó a otros tantos. Como este fueron cientos de casos.

El retraso en las puertas no sólo se originó por esto. Las puertas se abrieron a las 4:00 de la tarde y mucha gente se llegó al coso golpe de 6:00, más tardar 7:00. Prefirieron quedarse afuera tomándose unas frías antes de entrar al estadio. Cuando por fin se decidieron a entrar, la afluencia de gente era enorme. ¿Será que la directiva del club es responsable por los cientos de personas que se cayeron a palos afuera del estadio y decidieron entrar a última hora, generando un embudo y un caos tremendo? Eso sin mencionar que el estadio no es ningún bar. Querido “fanático”, soy amigo de los tragos sociales en eventos masivos, pero si se quiere rascar, váyase a un sitio idóneo para tal fin. El estadio no lo es. Claro está que este factor incidió en los sucesos dentro y fuera del estadio. El alcohol es un detonante de la violencia, eso está claro.

Ya con varias cervezas en el organismo decidieron entrar y seguir con la ingesta de alcohol en las gradas del estadio. Arrancó el partido, el verdadero espectáculo, y con ello los problemas. ¿Quién puede coordinar su vida en un alto estado de ebriedad? ¿Será que la directiva del Caracas es la responsable de la ingesta inconsciente de alcohol de unos cuantos que van al estadio a armar su propio espectáculo? Creo que cada uno debe responsabilizarse por sus actos. Así vamos, poco a poco, enumerando fallas que para muchos fueron organizacionales. Nadie se detiene a pensar que puede hacer para mejorar, sólo critican.

Puedo seguir tocando puntos en donde la gente aplaude y se hace la loca, achacando culpas a terceros. Los que tiran hielos y botellas a la cancha, los toberos cerveceros que especulan con sus precios, los que no obedecen las normas impuestas con anterioridad, los que no respetan la autoridad policial, los desadaptados que sólo están en partidos que para ellos están de moda y que empañan la labor de los consecuentes.

Por aquí analizamos nuestras fallas y buscamos mejorar, por allá no lo sé. Podemos incrementar el número de policías y efectivos de seguridad privada, podemos colocar detectores de metales en las puertas, podemos raquetear y desnudar a todos los fanáticos para garantizar la seguridad de los presentes. Podemos hacer miles de cosas. ¿Y ustedes fanáticos? ¿Será que ustedes también tomarán nota de sus fallas y buscarán corregirlas para evitar males mayores? ¿No consideran que parte de la culpa de lo sucedido el pasado miércoles también fue de ustedes?

Revisa todos los lunes el "Gamelote FutBolero" en el Diario Meridiano, el diario deportivo de Venezuela.